- Área: 130 m²
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Fotografías:Gaelle Le Boulicot, Clemente Darrasse
“La arquitectura es una realidad imaginaria donde las voces y algo de tiempo sugieren comentarios sordos” Melvin Charney
Un apreciable acercamiento atípico para el arquitecto ya que se trata de su propia casa: una familia joven que desea vivir juntos en una casa construida con presupuesto ajustado, y lo más respetuosa con el medio ambiente posible.
El sitio es el antiguo huerto de una casa construida en 1960, en una tranquila calle situada en un barrio antiguo que se convirtió en residencial, en las afueras de la ciudad de Tours, Francia.
Un terreno longitudinal perpendicular a la calle encerrada en tres de sus lados (este, norte y sur) por casas muy cercanas. El bloqueo de las vistas implica la obligación de cumplir con los 3 mt de distanciamiento.
En el lado oeste se encuentra un cobertizo preexistente, en el este, una ruta de acceso bordea la casa hasta el jardín posterior, luego se extiende en 60m x 15.5 m por un lado; al norte, una casa del siglo XX de tiza micácea y por el sur, un volumen más reciente de mampostería.
La casa se instala en el último tercio del terreno, liberando así delante de la casa una vasta superficie de árboles frutales existentes. Esto funcionará como una zona de amortiguación con las casas colindantes.
La casa se inspira en el terreno; no hay gestos formales. Se parte de lo que es ordinario, aburrido, sin forma para terminar en algo ligeramente extraordinario, utilizando lo más económico aceptando las dimensiones estándar de las maderas, las fundaciones y el piso.
Toda la casa, compuesta de 8 paneles de madera pre ensamblados, fue transportada en un remolque, requiriendo solo 2 días de armado en terreno.
Las aberturas están pensadas de acuerdo a la orientación y las vistas: las ventanas verticales de los dormitorios permiten mirar el jardín sin ser visto, la ventana superior que da hacia el sur sobrepasa la altura de las viviendas vecinas para captar el sol, etc.
El principio constructivo es muy simple y tiene relación con el espacio interior, donde se aprovecha y potencia la estructura.
En la planta baja y el primer nivel, el pilar central es alcanzado por 2 muros permeables que separan los espacios, creando el efecto de biombo, efectos cinéticos y de juegos de luz natural y artificial.
Esta articulación se ve reforzada por la posición de la escalera y la estufa.
Los elementos del exterior se encuentran repetidos en el interior, los límites se difunden, la escalera de metal galvanizado hace eco de las persianas exteriores y las maderas interiores son las sobrantes del revestimiento exterior.
Las persianas correderas de metal actúan como protección solar y del viento, transformando el paisaje en pixeles y haciendo el interior más acogedor.
En la planta baja están las áreas de servicio (cocina, lavadero y baños) y en el nivel superior los dormitorios y baños.
Las áreas de estar están divididas en cuartos por los paneles de madera y por diferentes entornos lumínicos: El living es alto, abierto hacia el exterior, el comedor es mas intimo, de 2.26 m de altura y enmarca las vistas hacia el este. El hall es relativamente oscuro, para acentuar la luz cenital que acompaña la escalera.
La sala de juegos en el nivel superior es el segundo cuarto más íntimo de la casa y voluntariamente indefinido: unidades de almacenaje dividen este espacio de acuerdo a sus usos (sala de juegos, almacenamiento, huéspedes, sala de estar, sala de TV, etc)
El amplio rango de usos es un propósito relacionado con lo emocional; “en la mañana busco mis propias cosas entre los juguetes de mi hija”.